Imágines del amor romántico -
-Variaciones sobre el arte de amar
Una poética de la intimidad
EMILIO ROMERO
Pasos frecuentes en un proceso amoroso
Es probable que usted comience una relación oscilante entre lo sentimental y lo erótico –todo tiende a darse en términos de entre- tal vez creyendo que seguirá el esquema entre lo deportivo y la amistad yacente (esa que se da en la cama, la camada más primitiva y persistente del ente humano). Muchas relaciones se mantienen en este estadio, especialmente por parte del hombre que busca en el sexo las compensaciones para todas sus deficiencias y frustraciones. Pero otros entran en otra fase.
Sin apercibirse, de manera lenta, usted entra en otra esfera mucho más omprometedora: entra en lo sentimental y en los vínculos afectivos. Surge el compromiso de un proyecto posible. El parcero adquiere un valor especial, deja de ser un mero objeto erótico, se transforma en algo más. Qué sea este algo más ni siempre es claro. A veces es sólo un forma de apego: la necesidad de un punto fijo de apoyo en un mundo deslizante y cambiante, entre lo sensorial originario y la voluntad de realizar un anhelo que ofrece otra perspectiva entre el ahora del placer y la realización a largo alcance.
Los diferentes tipos relaciones amatorias.
Podemos distinguir pelo menos cuatro tipos diferentes de relaciones amatorias en sentido amplio. Sólo a título de orientación propongo los cuatro tipos más frecuentes
# el amor parental -de padres e hijos
# El amor eróticos-sentimental, o amor romántico propiamente
# el amor pasión, acentuadamente hormonal, pero a veces romántico.
# el erotismo situacional, mera reacción ante un convite propicio.
El amor parental, que algunos psicólogos califican simplemente de apego, tiene sus raíces en las relaciones más primitivas del ser humano; es muy similar a lo que observamos entre el resto de los animales de evolución similar a la del hombre, en especial entre los mamíferos. Está muy presente en la mujer con respecto a sus hijos, siendo menos acentuado en el hombre. Es muy comprensible este mayor apego de la mujer en razón de que es ella la que lo gesta desde sus formas embrionarias y lo cria hasta la adolescencia. El hombre rara vez mantiene lazos tan envolvente y absorbentes. Generalmente la relación afectiva padres-hijos es simétrica, aunque en las décadas recientes se observa un cierto desapego por parte de los hijos, que una vez casados suelen distanciarse de su origen parental.
El amor erótico-sentimental, implica atracción sexual mutua en la pareja con componentes afectivos que se generan en un contacto progresivo de interacción; Suele emerger tanto por vía de mera simpatía o por una atracción desde el primer contacto, sea de uno o de los dos componentes de la dupla. La atracción puede mantenerse en un plano discreto, moderado, regulado por las pautas culturales; o puede pasar rápidamente para una fase de atracción fuerte, absorbente y fascinantes. En este caso hablamos de pasión.
El amor romántico no está exento de todas las dificultades, conflictos, desentendimientos, expectativas erradas, pretensiones egoicas y todo lo negativo que acostumbran existir en todos los planos. Más aún, este tipo de relaciones suele ser más difícil que los otros tipos, que son menos envolventes y más prácticos. Las relaciones de intimidad romántica incluyen todos los planos de la vida, desde los más comunes hasta los más privados y secretos. Basta pensar en el casamiento, que aún continua siendo el ideal posible de una relación duradera y comprometida.
En este libro está presente también el lado negativo del amor, aunque predominen sus aspectos más enaltecedores y tiernos. Sólo algunos textos denuncian la decepción, la separación, el carácter hasta instrumental que algunas relaciones sugieren o son colocadas de manera directa. El poema 84 incluye este testimonio, aunque los protagonistas incluyen los otros dos componentes, el afecto y el sexo.
No quiero entrar en la cuestión de cuál pueda ser la esencia del amor; este asunto lo he tratado en otros libros. Afecto, querer y amor son fenómenos diferentes, no importa si son usados como sinónimos.(*)
La pasión domina a los parceros; los lleva a una atracción fascinante, que la persona no consigue manejar, y que tiende a exceder todos los límites. La persona exalta la imagen del otro a punto de no conseguir verlo en su integridad sino en los aspectos que gratifican su deseo. El deseo erótico es el principal componente de la pasión; el afecto está presente pero generalmente los vínculos son superficiales, no están aún sedimentados ni configurados en una trama afectiva consolidada.
Después de un lapso variable, una vez superada la etapa pasional, se puede ver cuáles serán los rumbos que va a seguir la dupla. Es posible que en ese periodo se haya establecido un conocimiento mutuo que se endilga por la valorización del otro y por el reconocimiento de que existe un entendimiento que va más allá de lo erótico y de la fascinación. Estos son los tres componentes que aseguran la relación y permiten una proyección futura basada en el compromiso y en la voluntad de hacer una vida en común. Si este proyecto se va a sostener es algo imprevisible.